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05/06/2014
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La Junta ha invertido más de 6 millones en el sellado de vertederos en la provincia de Zamora durante los últimos ocho años
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El último que se ha realizado es el de Moraleja del Vino con una inversión que supera los 280.000 euros. La Consejería de Fomento y Medio Ambiente prevé actuar en otros cuatro vertederos en Almaraz, Venialbo, Casaseca de las Chanas-Cañizal y Porto de Sanabria entre este año y el que viene.
El delegado territorial de la Junta de Castilla y León, Alberto Castro, acompañado por el jefe del Servicio Territorial de Medio Ambiente y el alcalde de la localidad de Moraleja del Vino, ha visitado esta mañana las obras realizadas para el sellado del antiguo vertedero de residuos urbanos de Moraleja del Vino. La Junta de Castilla y León ha invertido 281.264 euros en el sellado de este vertedero que finalizó el pasado febrero y ayudará a la conservación del medio ambiente cuyo Día Mundial se conmemora mañana día 5 de junio.
Alberto Castro ha destacado “el compromiso de la Junta de Castilla y León con el medio ambiente y lo importante que es la protección y el cuidado de la naturaleza para nuestro futuro”. El delegado también ha subrayado que “las actuaciones para el sellado de vertederos pretenden devolver a nuestros pueblos y ciudades su valor paisajístico y favorecer la calidad del entorno natural. La finalidad de este tipo de acciones es triple, ya que se pretende responder a una necesidad social, cumplir una función sanitaria y lograr una integración en el entorno y una mínima afección al medio natural”. Además, recordó que “los vertidos y eliminaciones incontroladas de residuos provocaron que el año pasado se presentaran 427 denuncias y se tramitaran 360 expedientes”.
La Junta de Castilla y León, a través de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, está desarrollando un programa de sellado de vertederos que tiene previsto finalizar en 2015. La Administración Regional, en su labor por mantener un medio ambiente saludable y de calidad en la provincia, ha invertido más de 6 millones de euros en el sellado de cerca de una veintena de vertederos en Zamora desde 2006. Este presupuesto ha servido para actuar en Villalpando, Roales, Fermoselle, Galende, Vezdemarbán, Peleagonzalo, Guarrate, San Cristóbal de Entreviñas, Argujillo, El Pego, Tierras de Aliste y Moraleja del Vino, entre otros.
Cabe recordar que estos vertederos ya están clausurados y se está procediendo a su sellado como es el caso de las próximas actuaciones previstas en Almaraz de Duero, Venialbo, Casaseca de las Chanas-Cañizal y Porto de Sanabria.
El sellado del vertedero de Almaraz de Duero comenzará en la época estival y para ello se ha presupuestado la cantidad de 207.644 euros. Otra actuación programada por la Administración Regional se centra en Casaseca de las Chanas-Cañizal, donde se invertirán 221.392 euros para que las obras puedan comenzar antes de que finalice el año. En próximas intervenciones se pretende actuar en Venialbo y en Porto de Sanabria.
La Junta de Castilla y León también ha realizado otras actuaciones encaminadas a la gestión de residuos y por lo tanto mejorar el medio ambiente como la ampliación del Centro de Tratamiento de Residuos Urbanos de Carrascal, cuyo presupuesto ascendió a 8.524.151 euros, la posterior ampliación del vaso de rechazos ejecutada por Somacyl, y la colaboración con las mancomunidades de municipios ayudándolas a dotarse de los medios necesarios para la recogida y transporte de residuos sólidos urbanos, principalmente con la adquisición de camiones de recogida y contenedores.
Además, la Junta está llevando a cabo la instalación de plantas de reciclado para tratar correctamente los residuos de la construcción a través del Plan Regional de Residuos de Construcción y Demolición. Desde la aprobación del Plan inicial, se han autorizado en la provincia de Zamora siete plantas de valoración de RCD’s y diversos promotores han puesto en marcha otras como la recientemente inaugurada en Moraleja del Vino.
¿Cómo se realiza el sellado de un vertedero?
Para comenzar el proceso de sellado, el primer paso es eliminar los roedores de la zona, apilar todos los residuos y cavar un vaso o foso de residuos aún no degradados. A continuación, se extiende y compacta una capa de arcilla y se coloca una lámina de polietileno de alta densidad, si las características de los residuos lo exigen, y se colocan dichos residuos en el foso. El último paso consiste en la construcción de chimeneas para lograr la evacuación de gases.
Los lixivados que produce la masa de residuos se conducen mediante una red de tuberías drenantes hacía un pozo exterior impermeable. Posteriormente, se recoge mediante un sistema de cisterna y se depura en las instalaciones adecuadas.
Una vez completados estos movimientos, se procede a la restauración y adecuación de la zona mediante tareas de limpieza general, revegetación y reforestación.
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