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25/11/2015
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| El Ayuntamiento ilumina la fachada del edificio de la Plaza del Grano de color morado para sumarse a la lucha contra la violencia de genero.
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POR UNA SOCIEDAD LIBRE DE VIOLENCIA DE GÉNERO
Hoy día Internacional contra la violencia de género intentamos, de nuevo, visibilizar lo que hoy por hoy es una de las peores lacras que soporta nuestra sociedad. La ONU ya lo declara como pandemia global.
A diario asistimos impasibles a un asesinato tras otro de mujeres a manos de sus parejas o exparejas. Son mujeres asesinadas que el único delito que cometieron fue emparejarse con quien no las quería. Pero hay otras mujeres que no son asesinadas, pero están muertas en vida, invisibles, que sufren la violencia y el maltrato físico y psicológico a diario.
La violencia de género no solo se sufre en los hogares, cada vez con más frecuencia vemos como este tipo de violencia crece entre los adolescentes, en lo laboral e institucional también se hace patente con situaciones como el aumento de la brecha salarial, el techo de cristal o el acceso a distintos puestos de trabajo. La crisis y la deriva conservadora y patriarcal hacia posiciones políticas regresivas, de recortes en recursos de protección social y en programas de igualdad remarcan más las dificultades de las mujeres para incorporarse al mundo laboral, para poder rehacer sus vidas y ser independientes.
Es una obviedad que la violencia de género data de tiempos inmemoriales, pero también es una obviedad que no es compatible con una sociedad moderna y desarrollada como la nuestra.
Y es más obvio todavía, que hubo una época en que España era el modelo a seguir por muchos países a favor de la igualdad y en contra de la violencia de género, puesto que fuimos ejemplo para la mayoría de países occidentales.
Fue a partir del 2004 cuando este tema se puso de verdad y con contundencia sobre la mesa, cuando el maltrato por cuestiones de género dejó de ser un tabú.
Fue a partir de entonces cuando las mujeres comenzamos a sentirnos apoyadas por nuestro gobierno de entonces y fuimos valientes para denunciar, para abandonar al maltratador, para recuperar las riendas de nuestras vidas.
Por ello creemos que más que nunca tenemos que estar unidas y luchar unidas, que nos ayudemos las unas a las otras y hagamos participe de ello a los hombres. Que la sociedad sea consciente de que la violencia de género afecta a toda la sociedad aunque las mujeres seamos mayoría en esta lacra.
El cambio debe empezar en casa, en la escuela, en el ayuntamiento, en las calles. Fomentar la educación en igualdad en la base para revertir las estadísticas.
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