En el día de ayer los bomberos de Benavente recibieron llamada, a través del 112, de una persona que no podía entrar en su domicilio y solicitaba la asistencia del parque afirmando que tenía puesta una olla encendida.
Este hecho motivó la movilización de un camión y dos efectivos del parque de bomberos, que accedieron a la vivienda utilizando un camión de escalera. La sorpresa de los mismos fue el comprobar que no había ninguna olla encendida.
Los costes de la salida serán trasladados a la persona que realizó el aviso, tal y como marca la Ordenanza Fiscal del Ayuntamiento de Benavente, que supone un coste mayor de lo que hubiese representado el llamar a un cerrajero.
En los últimos años se han recibido varias llamadas que han ocasionado la salida del personal, por ejemplo, para abrir la puerta de una vivienda debido a que el dueño llevaba varios días desaparecido, sin dar señales de vida, y a la llegada de los bomberos se encontraba durmiendo en su cama; o para rescatar una mascota de un balcón, que finalmente salió por su propio pié.
Son casos anecdóticos y que representan una ínfima parte del volumen de salidas realizadas, pero que provocan la movilización del personal por causas de dudosa necesidad y, posteriormente, el cargo de los costes a la persona que realiza la llamada.
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